Quizá todavía no sepas
Que en el portal de mi casaSe quedó tu pequeña sombra
Unida a un finísimo hilo.
Por eso solo tus fotos viejas
Acompañan mi deseo de vos,
Aunque como un río desbordante,
A estas manos y a esta boca,
Y a este pene hambriento
Que derrama su leche fuera tuyo,
Le faltan los pliegues y repliegues
De tu carne blanca y redonda.