viejo puzle


Escudado en nuestro torpe silencio,
Echo a andar mis pasos sin rastro.
Y marcho con ojos empantanados,
Llenos de pájaros anidados en ellos,
Llenos de alas inútiles que no vuelan.
Esperé impaciente tu salto al vacío.
Hoy supe que has muerto sin darlo.
Allá, entonces, tu huesos, tu carne,
Aquí la vida rearma un viejo puzzle.