A Tatiana,
esa mujer-mundo
a quien perdí por mi traición
Una danza invisible
Habitaba nuestra cama
Noche tras noche:
Ir hacia vos,
Venir hacia mí,
En un abrazo recreado
En cada vuelta,
En cada giro.
Hacer máquina dormidos,
De un lado y del otro
Del sueño, del amor, del olvido.